en el horizonte
tres mormonas de aspecto virginal
frágiles y de rostro pálido
delicadas
este es un buen camino
de las tres, la más bella
la más valiente
la de los ojos grandes
la alerta
saludaba mientras me aproximaba
asegurando
al mismo tiempo
prudente distancia que le daba seguridad
já, seguridad
me veía como si fuera el mismo Satanás en persona
me gustó