El Maestro Marturet
El conductor y compositor venezolano Eduardo Marturet es uno de esos nombres que no veremos jamás en los periódicos nuestros, qué decir ya de otros medios, cerrados todos ellos al mundo. Si acaso relegados en esquinas vomitivo-culturales conoceremos valores medianos cuando bien, valores chicle cuando mal.
En los contornos nacionales tengo recuerdos de presentaciones muy conmovedoras, de mucha altura pero también otras desenfocadas, técnicas pero sin vocación o sentido de convocatoria. Y es en esto último en que se debe reconocer a estas figuras. Eduardo Marturet ha dado prioridad a esas sensibilidades en la ciudades en donde ha ejercido tan noble labor, así lo afirma siempre que puede en cada entrevista, dando muestras de un liderzgo bien posterior a toda madurez que podríamos atizbar por estos lares.
En el año 2015 hizo pública una composición suya elaborada especialmente para la gran Zaha Hadid. Y es magia. El mismo Marturet la recomienda como la música ideal para conversar. Y se debe agradecer el enfoque práctico. Pero también da para llenar los espacios que ocupa ahora el silencio, para cerrar los ojos y el no hablar, para el dejar pasar.